Cuando pensamos en vino, solemos recurrir a los clásicos: Burdeos, La Rioja, Toscana, Napa Valley… Sin embargo, el mundo del vino es vasto y está lleno de joyas escondidas que merecen ser descubiertas. Si te gusta explorar nuevas sensaciones en copa, aquí te presentamos algunas regiones vinícolas menos conocidas pero con vinos que te sorprenderán.
Valle de Colchagua, Chile
Ubicado en la zona central de Chile, el Valle de Colchagua ha ganado reconocimiento en los últimos años, pero sigue estando a la sombra de otras regiones más famosas. Sus suelos variados y el clima mediterráneo permiten el cultivo de uvas tintas de gran calidad, como Cabernet Sauvignon, Carménère y Syrah.
¿Por qué probarlo?
-
Es el hogar de algunos de los mejores Carménère del mundo, la uva emblemática de Chile.
-
Condiciones perfectas para tintos estructurados con buena acidez y notas especiadas.
-
La combinación de bodegas tradicionales y proyectos innovadores ofrece una gran diversidad de estilos.
Jura, Francia
A la sombra de Borgoña, la región de Jura es un tesoro escondido en el este de Francia. Aquí se producen vinos blancos únicos como el Vin Jaune, elaborado con la uva Savagnin y envejecido bajo una capa de levaduras (similar al Jerez). También destacan los tintos ligeros de Trousseau y Poulsard.
¿Por qué probarlo?
-
Sus vinos tienen un carácter oxidativo muy especial.
-
Es una región ideal para quienes buscan sabores complejos y diferentes.
-
Perfecta para amantes del queso, ya que el Comté de la zona marida increíblemente bien con sus vinos.
Valle de Bekaa, Líbano
Líbano tiene una de las tradiciones vitivinícolas más antiguas del mundo, con una historia de más de 5.000 años. El Valle de Bekaa es su corazón vinícola, produciendo vinos intensos y bien estructurados con variedades como Cinsault, Carignan y Syrah.
¿Por qué probarlo?
-
Viñedos situados a gran altitud, lo que da frescura a los vinos.
-
Se combinan métodos tradicionales con modernas técnicas de vinificación.
-
Son vinos con un gran equilibrio entre fruta, especias y acidez.
Recomendación: Un Château Musar, probablemente el vino libanés más icónico, con una mezcla de uvas bordelesas y mediterráneas. En Baco puedes conseguirlo para que puedas catar una de las mejores referencias más importantes de Líbano.
Tenerife, España
Las Islas Canarias están emergiendo como un destino vinícola fascinante. Tenerife destaca por sus viñedos plantados en suelos volcánicos, lo que otorga a los vinos una mineralidad muy especial. Destacan variedades autóctonas como Listán Negro y Listán Blanco.
¿Por qué probarlo?
-
Suelos volcánicos que aportan un carácter único.
-
Vinos frescos y vibrantes con buena acidez.
-
Métodos tradicionales como el sistema de conducción en "cordón trenzado".
Swartland, Sudáfrica
Swartland, al noroeste de Ciudad del Cabo, ha pasado de ser una región olvidada a convertirse en un referente de la nueva ola de vinos sudafricanos. Aquí, pequeños productores están revolucionando el mercado con vinos naturales y expresivos elaborados con variedades como Chenin Blanc, Syrah y Grenache.
¿Por qué probarlo?
-
Enfoque en vinos de mínima intervención y métodos tradicionales.
-
Condiciones ideales para producir vinos con gran concentración y frescura.
-
La uva Chenin Blanc de Swartland es considerada una de las mejores del mundo.
Recomendación: Un Chenin Blanc de Swartland, con notas de pera, miel y un toque mineral, perfecto para los amantes de los blancos con estructura.
El mundo del vino es vasto y lleno de sorpresas. Explorar estas regiones menos conocidas no solo ampliará tu paladar, sino que también te permitirá descubrir vinos auténticos y con una gran historia detrás. ¿Te animas a probar alguna de estas joyas escondidas?