Este mes en BACO celebramos el talento joven y la autenticidad. Nuestra Bodega del Mes es Rodríguez de Vera, proyecto personal del manchego Pepe Rodríguez de Vera, cuya historia arranca con siete generaciones de tradición vitícola y una pasión por ir un paso más allá. Nos sentamos con él para conocer de cerca su trayectoria, filosofía y el alma de sus vinos.

¿Cómo nace Rodríguez de Vera?

Mi familia lleva más de siete generaciones cultivando viña, aunque nunca habíamos elaborado nuestro propio vino. Vendíamos la uva, y además se pagaba mejor que la del resto de fincas vecinas, porque cuidábamos mucho la calidad.

Un día me picó la curiosidad: si teníamos la mejor uva de la zona, ¿por qué no darle el protagonismo que merecía? Dejé mis estudios de Farmacia y comencé a experimentar en el garaje de casa en 2008. Quería entender el potencial real de nuestras uvas y evitar que acabaran diluidas en grandes depósitos industriales.

Así empezó todo. Dos años después, en 2010, nació oficialmente Rodríguez de Vera.

¿Recuerdas el primer vino que elaboraste?

¡Cómo olvidarlo! Como empezamos por prueba y error, y aunque sabíamos mucho de viticultura, no teníamos ni idea de enología. El primer intento fue… un desastre. Terminó en un vinagre buenísimo que hubo que tirar por el desagüe.

Eso sí, aprendimos rápido. En 2010 sacamos al mercado nuestra primera añada comercial: dos vinos que, ahora sí, estaban muy decentes.

¿Cómo defines tu estilo como enólogo?

En realidad, me considero más "vigneron" que enólogo: viticultor todo terreno. Cuido mis viñas, elaboro el vino y lo vendo. Toco todos los palos.

Mi trabajo se basa en tres pilares:

  1. Máxima atención al viñedo. La calidad está en la uva, no en la bodega.

  2. Elaboración sostenible y artesanal. Sin químicos, ni en el campo ni en la bodega. Fermentaciones espontáneas, muy poco sulfuroso, y nada de aditivos.

  3. Identidad personal. Siempre intento salirme del camino común y hacer algo con un enfoque distinto, pero con respeto a la tradición y al entorno.

¿Hay algo que nunca harías en un vino?

Sí: cualquier cosa que se salga de la lógica y la coherencia del lugar. Por ejemplo, una vez me ofrecieron elaborar 15.000 botellas de un vino espumoso con purpurina… Aunque el negocio era tentador, lo rechacé. No me representa ni tiene nada que ver con el trabajo artesanal que defiendo.

Tus vinos logran un equilibrio muy personal entre modernidad y tradición. ¿Cómo lo consigues?

Mi hilo conductor es siempre el terruño y el paisaje. Si respetas eso, es imposible que un vino pierda su identidad.

La innovación que busco siempre parte de elementos tradicionales. Por ejemplo: en Alicante utilicé barricas envinadas con licor cantueso, un licor muy antiguo y típico de la zona. Nunca se había hecho, pero el resultado es un vino con matices locales muy interesantes.

Me gusta explorar lo nuevo, pero sin perder el vínculo con lo que fuimos.

¿Qué vino recomendarías a quien no conoce tu bodega?

Sin duda, Dominio de Casalta. Es mi proyecto fundacional, la finca familiar que llevamos cultivando siete generaciones.

Es un vino que evoluciona conmigo: con cada añada se percibe cómo cambia mi forma de entender la viticultura. Tanto el tinto como el blanco son muy representativos, y además es un vino que refleja las diferentes parcelas y parajes de Casalta.

Si alguien quiere conocer mi historia y mi estilo, tiene que empezar por ahí.

¿Qué proyectos tienes ahora en marcha?

Actualmente tengo seis grandes proyectos repartidos por distintas regiones:

  • Dominio de Casalta (Jumilla)

  • Sopla Levante (Alicante y Utiel-Requena)

  • Sopla Poniente (Andalucía)

  • Viñadores de Castilla (Ribera del Duero, Toro, Rueda)

  • Viñadores del Norte (Rioja)

  • Atalaque (Méntrida y Gredos)

Y además, cada año lanzo un vino especial, el más top de todos, bajo el nombre Matacán. Es una selección de la mejor barrica del año, distinta en cada añada, como un vino de coleccionista.

Ahora estoy simplificando para centrarme en los vinos que realmente quiero que se queden muchos años. Especialmente Dominio de Casalta, donde estoy haciendo una transformación profunda: vamos hacia una viticultura 100% regenerativa, sin aportar nada externo al viñedo. Será un lugar donde fauna y flora convivan en equilibrio, muy vinculado al entorno mediterráneo y con una sostenibilidad real como base.

Ese será mi legado.


📍 Puedes encontrar sus vinos en nuestra tienda física y también en nuestra web.
Y si quieres conocer más sobre su historia, no te pierdas el nuevo episodio del Podcast de BACO con Pepe Rodríguez de Vera, muy pronto en nuestro Spotify.


Juan José Muñoz Espinosa