Si la palabra cata te suena a algo serio, técnico y para entendidos… tenemos buenas noticias: una cata de vinos también puede ser divertida, relajada y 100% para ti, aunque no sepas distinguir un tempranillo de una uva pasa.

En BACO lo hacemos fácil: vienes, pruebas, aprendes, te ríes, y te llevas algún que otro vino que no sabías ni que existía.


Aquí te damos las claves para disfrutarla como un/a auténtico/a winelover (sin postureo):

1. Relájate: nadie espera que seas un sumiller

Una cata no es un examen. Es una oportunidad para descubrir, probar y dejarte sorprender. Ven con la mente abierta y las ganas de disfrutar.

2. Huele, prueba, comenta… o no

Hay quien quiere analizar cada matiz, y quien solo quiere saber si le gusta o no. Ambas cosas están bien. En BACO fomentamos que hables de lo que sientes, no de lo que deberías sentir.

3. Pregunta lo que te dé la gana

¿Qué es una copa negra? ¿Qué diferencia hay entre un crianza y un reserva? ¿El rosado se hace mezclando blanco y tinto?
Spoiler: no.
Y sí, en nuestras catas puedes preguntar cualquier cosa. Aquí nadie te juzga.

4. Apunta tus favoritos

No tienes que recordarlo todo, pero siempre hay un vino que te marca. Ten a mano una nota (o saca el móvil) y guarda tu próximo descubrimiento para ese plan especial.

5. Come algo antes (y durante)

En nuestras catas siempre hay algo de picoteo. Pero si vienes con el estómago vacío, te pierdes parte de la experiencia.


El maridaje también se saborea mejor cuando no estás pensando en bocadillos.

¿Te animas?

Nuestras catas están pensadas para aprender y pasarlo bien. Vengas solo/a, en pareja o con amigos, en BACO te vas a sentir como en casa.

Reserva tu próxima cata aquí o pásate a saludarnos.
La copa ya la ponemos nosotros.

Juan José Muñoz Espinosa