Cuando suben las temperaturas, lo que apetece son planes al aire libre, picoteo entre amigos… y algo que refresque. Y aunque muchos piensan que el vino es solo para el invierno o para comidas serias, el verano también tiene sus vinos perfectos: blancos y rosados que entran solos, combinan con mil platos y hacen que todo sepa mejor.

En BACO nos gusta beber con cabeza, pero también con ganas. Por eso, aquí van 5 vinos blancos y rosados que te salvan el verano.

1. Botijo Blanco – Vino de Aragón

Un blanco joven y ecológico, elaborado con Garnacha blanca. Aromático, fresco y con una acidez justa que lo hace perfecto para tapear al sol.
Ideal con: ensaladas, hummus, quesos suaves.

 

2. Fresquito – Montilla-Moriles

Un rosado con alma andaluza. Hecho con Pedro Ximénez y algo de Syrah, es una explosión de fruta y alegría.
Sírvelo bien frío y verás cómo cambia cualquier sobremesa.
Perfecto para: sushi, paella, picnic en el parque.

 

Fresquito de Tinaja – Montilla-Moriles

3. Viña Tondonia Blanco Reserva – Rioja

Sí, los blancos con crianza también son para el verano… si sabes cuándo y cómo. Este es elegante, complejo y con esa nota oxidativa tan especial.
Plan recomendado: cena en terraza, queso curado, buena conversación.

4. Larrosa Rose Izadi

Aroma intenso a fruta roja; fresa, frambuesa, cereza; también flores blancas y recuerdos de fruta de hueso como melocotón y albaricoque.
Intensa y agradable, con recuerdos a fruta fresca y notas florales. Sutil y presistente, con buena acidez y final eterno
Plan: barbacoa con amigos y playlist de verano.

5. Gorka Izaguirre Txakolí – País Vasco

Burbujeante, fresco y con baja graduación. Si no lo has probado, este verano es el momento.
Acompáñalo con: marisco, ceviche o simplemente una buena vista.

Gorka Izaguirre Txakoli

¿Quieres probarlos?

Ven a una cata en BACO. Probamos, comentamos, reímos, aprendemos... y salimos con ganas de brindar más.

 

Juan José Muñoz Espinosa